Como continuación a una gran carrera en el sector comercial Ferruccio Deiana funda su empresa con el objetivo de crear personalmente sus propios vinos. En 1991 planta sus primeros viñedos. En 2002 parte el primer sistema de embotellado, y se embotellan los vinos Arvali, Sileno, Karel, Pluminus, Ajana y Oirad. Pocos años después se embotellan también Bella Rosa, Donnikalia y Sileno Riserva.